Puedes empezar por usar técnicas de escucha activa, como prestar mucha atención al comportamiento y el lenguaje corporal del hablante para obtener una mejor comprensión de su mensaje, cómo sabes si lo estás haciendo bien, lo notarás rápidamente, la otra persona te da muchas pistas sobre lo que sientes y piensa a través de su cuerpo, no subestimes el poder de la comunicación no verbal.
Si deseas intentar aumentar tu conjunto de habilidades de escucha activa y estás listo para asumir el desafío de la escucha activa, ¡sigue leyendo!
Usar la escucha activa requiere un esfuerzo intencional
Si bien es importante escuchar y reflexionar activamente, responder y dar retroalimentación no siempre es fácil. Las presiones y demandas diarias a menudo superan nuestro trabajo, lo que deja tiempo y energía limitados para enfocarnos en reducir la velocidad para escuchar realmente y asesorar a los informes directos, a veces tenemos que responder rápido y no tenemos el tiempo suficiente para dedicarlo a una escucha activa de forma intencional.
El truco consiste en ser un oyente atento y tener tu conjunto de herramientas de técnicas de escucha activa listo para cuando ocurran esos momentos, ahí es cuando es tu momento de brillar.
A diferencia de la escucha crítica, un oyente activo no intenta evaluar el mensaje y ofrecer su propia opinión, sino simplemente hacer que la otra persona se sienta escuchada y validada, no buscan soluciones, buscan acompañamiento.
Por eso en mi labor ayudo a los líderes a ir más allá de las habilidades básicas de escucha activa para que estén mejor equipados para escuchar de verdad y comprender a los demás, incluidos los hechos, sentimientos y valores que pueden estar ocultos detrás de las palabras que realmente se comparten. A nivel organizacional, así es como se construye una cultura de verdad y valentía en el lugar de trabajo. Esto es lo que termina marcando la diferencia entre lo mediocre y lo extraordinario.
El propósito y los beneficios de la escucha activa
Antes de sumergirnos en técnicas específicas de escucha activa y cómo mejorar tus habilidades de escucha activa, es importante dar un paso atrás y comprender por qué son importantes, es la única forma en la que nos aseguramos de interiorizarlo bien.
Primero, cuando escuchas activamente, ayudas a establecer la confianza entre ambas partes, muestra empatía por los demás, fomenta la seguridad psicológica. Ser un oyente reflexivo, hacer preguntas, buscar aclaraciones y animar a otros a compartir su perspectiva reforzará su papel como marido/mujer, amigo, colega, entrenador, padre o todo lo que se te ocurra.
Ser un oyente fuerte y atento que pueda proporcionar retroalimentación efectiva también te permitirá entrenar a tu equipo de manera más efectiva en el caso de que trabajes en equipo. Tus compañeros de trabajo y tus subordinados directos te respetarán más y, como resultado, es probable que veas mejoras en tus relaciones con ellos.
Una vez que comiences a poner en práctica el conjunto de habilidades de escucha activa, notarás el impacto positivo que tiene en varias áreas, incluso en las relaciones personales y profesionales, en el trabajo y en diversas situaciones sociales, no me tienes que creer, compruébalo por ti mismo.
El conjunto de habilidades de escucha activa: 6 pasos esenciales
Mejorar su conjunto de habilidades de escucha activa implica más que solo escuchar a alguien hablar, va muchísimo más allá de tanta simplicidad. Cuando estés poniendo en práctica las habilidades de escucha activa, debes seguir estos 6 pasos.
1. Presta atención.
Uno de los objetivos de la escucha activa y de ser un oyente eficaz es establecer un tono cómodo que le dé a la otra persona la oportunidad de pensar y hablar. Permite un “tiempo de espera” antes de responder, exprimir cada gotita de información que te comparte la otra persona. No interrumpa a los participantes, SOBRE TODO, no termines sus oraciones ni comiences a formular tu respuesta antes de que hayan terminado. Presta atención a su lenguaje corporal, así como a su estado de ánimo. Concéntrate en el momento, haz contacto visual y mantén el respeto en todo momento, al principio puede parecer un poco complicado, pero créeme que cómo todo es práctica.
2. No eres juez
La escucha activa requiere una mente abierta. Como oyente y líder, tienes que estar abierto a nuevas ideas, nuevas perspectivas y nuevas posibilidades cuando practiques la escucha activa. Incluso cuando tengas puntos de vista sólidos y unas creencias muy profundas por favor, evita el juicio, frena las críticas y evita interrupciones como discutir o vender tu punto de vista de inmediato.
3. Reflexiona.
Cuando tú eres el oyente, no asumas que entiendes a la otra persona correctamente. Refleja la información y las emociones de la otra persona, parafraseando(repitiendo con tus propias palabras) periódicamente los puntos clave. Reflexionar es una técnica de escucha activa que indica que tú y la persona que tienes en frente estáis en el mismo barco.
Por ejemplo, un cliente podría decirte: “Emma es tan leal y solidaria con su gente que pondrían la mano en el fuego por ella. Pero no importa cuánto presione, su equipo sigue incumpliendo los plazos acordados de antemano para los pedidos”.
Parafraseando, podrías decir: “Entonces, las habilidades de Emma con las personas son excelentes, pero la responsabilidad es un problema”.
Intenta siempre ayudar a la otra persona a poner nombre a sus sentimientos: “Parece que te sientes bastante frustrado y estancado”. Por ejemplo
4. Pide aclaraciones para fomentar la escucha activa.
No seas tímido para hacer preguntas sobre cualquier tema que sea ambiguo o poco claro cuando participes en la escucha activa. Como oyente, si tienes dudas o confusión sobre lo que te acaban de decir puedes decir algo tipo: “Déjame ver si te estoy entendiendo. Estás hablando de …?” o “Espera un minuto. No te sigo”.
Las preguntas abiertas, aclaratorias y de sondeo son herramientas importantes de escucha activa que alientan a la otra persona a hacer el trabajo de autorreflexión y resolución de problemas, en lugar de justificar o defender una posición, o tratar de adivinar la “respuesta correcta”. ”
Al participar en la escucha activa, el énfasis está en preguntar, en lugar de decir, esto es lo que marca la verdadera diferencia. Invita a la otra persona a dar una respuesta reflexiva y mantén siempre un espíritu de colaboración.
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5. Resume y vencerás.
Reafirmar los temas clave a medida que avanza la conversación confirma y solidifica tu comprensión del punto de vista de la otra persona. También ayuda a ambas partes a tener claras las responsabilidades mutuas y el seguimiento. Resume brevemente lo que has entendido mientras practicas la escucha activa y pide a la otra persona que haga lo mismo.
Dar una breve reafirmación de los temas centrales planteados por ambas partes puede sonar algo del tipo: “Permíteme resumir para verificar que lo he entendido todo bien.(Siguiendo el ejemplo anterior) Emma fue ascendida a gerente y su equipo la ama. Pero tú crees que ella no los responsabiliza, por lo que los errores se aceptan y siguen ocurriendo. Has intentado todo lo que se te ha ocurrido y no hay ningún impacto aparente. ¿Lo he entendido bien?”
La reafirmación de temas clave ayuda a aumentar el rapport o la conexión con la otra persona implicada en la conversación.
6. Compartir es vivir.
La escucha activa se trata primero de entender a la otra persona, luego de ser entendido, nunca al revés, no vendas tu libro. A medida que obtienes una comprensión más clara de la perspectiva de la otra persona, puedes comenzar a presentar tus propias ideas, sentimientos y sugerencias. Puedes hablar sobre una experiencia similar que hayas tenido o compartir una idea que se desencadenó por un comentario realizado anteriormente en la conversación, siempre debes potenciar los recursos y la información que te está proporcionado la otra persona durante la conversación.
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